Yoan Capote

Tanya Barson

Los contactos, transacciones e intercambios fundamentales que se mezclan en las relaciones humanas constituyen la base de la obra de Yoan Capote, ya estén basados en economías fiscales o emocionales, o estén regidos por la necesidad o el deseo.  Su obra se puede considerar como un lexicón de estados sicológicos, sus principales temas y preocupaciones provienen de su interés en medir las profundidades de la subjetividad individual.  Por una parte su obra examina las sensibilidades que se inspiran en las relaciones personales (incluido el amor, los celos, el deseo, la pena, la claustrofobia) y por otra parte, los que se arraigan en las repercusiones de las estructuras políticas o sociales respecto de la experiencia individual y la vida cotidiana (estrés, temor, aislamiento, paranoia, cooperación, convivencia).  Haciendo uso de alegorías y punes visuales como mecanismos de carácter universal, Capote crea esculturas que, si bien se relacionan con el contexto inmediato de su creación -Cuba durante el período especial económico y la subsiguiente era post-Fidel en la que Raúl Castro ha dado inicio a un relajamiento limitado de los controles estatales-  no se limitan solamente a este marco o medio.  De forma similar, aunque sus obras tienen, a menudo, un ímpetu autobiográfico o un comentario detrás de ellas, son abstracciones de una experiencia o detalle específico que se convierten en un reflejo de la condición humana en general.  Por lo tanto, esto se escapa del solipsismo, favoreciendo en su lugar las asociaciones psicosociales.

A lo largo  de una carrera que ya pasa de un decenio, Capote ha producido un conjunto de obras que abarca una variedad de procesos y materiales pero que está arraigada en la práctica de la escultura.  Su trabajo combina aspectos del neoconceptualismo Duchampiano con la figuración posminimalista inspirada por artistas como Louise Bourgeois, Bruce Nauman y Joseph Beuys.  Y sin embargo, también regresa al ejemplo de los artistas modernistas de comienzos del Siglo XX, y en particular al surrealismo, como la base de un vocabulario escultural adaptable.  A la vez, este erotismo surrealista que empuja el deseo como una amenaza potencial a la subjetividad inherente en esta oscilación, se ha convertido en un tema importante dentro de la obra de Capote. Otra influencias importante para Capote es el trabajo de Constantin Brancusi, cuya figuración modernista, venida a menos, brinda un modelo para esculturas que también están basadas en la sensibilidad a las cualidades sensuales de materiales como la madera, la piedra o el bronce.  Siguiendo los ejemplos de Brancusi y Bourgeois, el trabajo de Capote se caracteriza por la preferencia hacia procesos materiales más bien tradicionales tales como la talla y la fundición, aunque se combina con una disposición a utilizar materiales menos comunes tales como la goma o sustancias orgánicas, incluido el hueso.  Esto parece tener mucho que ver con un confort general hacia materiales híbridos más bien que con la necesidad de improvisar con materiales que están disponibles en el contexto de la escasez relativa.  Además, estos materiales y procesos se ponen al servicio de una sensibilidad absolutamente contemporánea, que se refiere a dilemas e interrogantes sobre la existencia enraizada en el aquí y ahora.

Si bien Capote se ocupa de la repercusión de los controles políticos y las estructuras de poder, su obra, sin embargo, evita un panfletarismo abierto o el hacer campaña a favor de un despliegue más discreto y sofisticado de la metáfora.  Obras tales como Self-portrait (Each one of us) 2002-2008, presenta una tabla perturbadora, que hace énfasis en la fragilidad del cuerpo humano y sus condiciones de lucha diaria.  En esta obra, los aparentemente frágiles huesos humanos soportan bloques de hormigón; aunque están anclados en un cuarto bloque de hormigón; la obra establece una disonancia mediante la exposición de los huesos, la desproporción de su estrechez y aparente insuficiencia para soportar los bloques de arriba.  La combinación de materiales, bronce carmelita cálido que contrasta con el hormigón brutal, desempeña una evocación de lo abyecto y corpóreo en oposición a lo estéril e industrial.  Sin embargo, los huesos y el hormigón se sitúan en una condición de animación suspendida, que sugiere tanto la probabilidad de la violencia que se ha producido, que se evidencia por la combinación de estos elementos, y de un inminente desastre cuando prevemos que los huesos se verán aplastados por el peso de los bloques.  El resultado es una imagen de la vida que se vive en un estado de perenne estrés y resistencia, de agresivas violaciones pasadas, presentes y futuras.  Esta obra se relaciona con una pieza anterior titulada Stress 2004, en la que vemos módulos regulares de hormigón salpicados con una banda de bronce fundido de un molde de los dientes apretados del artista.  Además, partes corporales combinadas con o encerradas en hormigón dan connotaciones siniestras, ampliamente conocidas.

Capote hace uso tanto de fragmentación corporal como de antropomorfosis -de objetos y situaciones domésticas- para referirse a la relación de nuestros cuerpos con el mundo que nos rodea.  Su obra tiene que ver tanto con el patetismo como con el humor de vivir juntos.  Por ejemplo, Married 2004 está formado por dos pares de calzados normales, zapatos de hombre y sandalias de mujer, sin embargo uno de cada par está en el proceso de metamorfosis, y se estira para unirse y metamorfosearse en otro.  Estas obras ponen en evidencia tanto la aprensión hacia la disolución de la identidad, vista con un agudo sentido del absurdo, pero también expresa la proximidad y unidad que se adquiere con el matrimonio.  Mientras tanto, una obra como Secret (So much to say) 2006-2008 encapsula la condición del intercambio de información oculta. En lo que parece ser un modelo o un mecanismo para un experimento científico, pero cuya función precisa se nos escapa, se conecta un tubo de vidrio a cada extremo con una banda de goma, la parte interior de la misma incorpora la forma de una oreja humana. Este tipo de obra va más allá del antropomorfismo literal de esculturas tales como Married.  Aquí el artista presenta la imposibilidad de la comunicación dentro de una estructura dada; dos orejas, que se contemplan perfectamente, y que escuchan interminablemente el vacío existente entre ellas, en el que no puede penetrar sonido alguno.  Capote abraza estas imágenes de paradoja, frustración y futileza en su obra.  Describe esta escultura como algo que se refiere a la circunstancia de ser “cuidadoso con nuestras palabras” así como  con que se preocupa con la preservación del conocimiento.

En ciertas circunstancias la información más inocua se convierte en algo poderoso, los detalles se convierten en algo crucial, divulgar algo es cuestión de riesgo -si no por qué se defiende el derecho a la privacidad tan enérgicamente por parte de las organizaciones de derechos humanos siempre que es posible.  Conocer el poder del conocimiento ejerce una poderosa influencia sobre el individuo, que a menudo lleva a la autocensura, o al desarrollo de formas clandestinas de comunicación. En este sentido, Secret (So much to say) se vio como una obra y un performance que Capote ejecutó en colaboración con su hermano Iván; Secreter 2000 consiste en dos cápsulas conectadas que crean un sistema de circuito cerrado de comunicación que permite a los hermanos hablar entre ellos confidencialmente, sin temor a ser escuchados.  La obra pone de manifiesto una respuesta ingeniosa, improvisada a la necesidad de privacidad y nos presenta una imagen de cooperación y complicidad. Por lo tanto, Capote, mediante su trabajo, intenta poner al desnudo las profundas repercusiones físicas y psicológicas del poder autoritario sobre el individuo y la comunidad. Suely Rolnik ha identificado temáticas similares en la obra de la artista brasilera Cildo Meireles, en la que las realidades psicológicas, o de hecho la sensación de represión política o que denomina “la excesiva normalidad patológica de la vida bajo el terrorismo de estado” se pone de manifiesto mediante su obra.  La diferencia está en que la obra de Meireles se concibió bajo y se refiere a un período de dictadura militar represiva, y la de Capote se ha creado en el contexto de un nivel diferente de control estatal y en una era de un optimismo relativamente sin precedente acerca del futuro y una creciente vinculación con el mundo exterior.  Por lo tanto, su proyecto también posee una dimensión y un enfoque positivos.  Otra obra, Open Mind 2006-2008, ofrece una respuesta muy diferente a la necesidad de comunicación -tanto localmente como dentro de un contexto internacional.  Esta obra, un proyecto artístico público que existe en forma de dibujos y una maqueta hasta estos momentos, es, si se quiere, un laberinto Borgesiano que toma su forma de la propia mente, los canales y las modulaciones del cerebro.  Más bien como la escultura del escultor austríaco Franz West, la obra de acceso abierto de Capote está diseñada para ofrecer una experiencia que es física, visual, auditiva y sensorial, con la posibilidad adicional de cumplir una función útil.  West ha comentando “sobre todo me gusta el arte en la calle; que no nos exige que nos desplacemos a un lugar específico para verlo, sino que sencillamente está ahí.  Ni siquiera tienes que verlo -quizás éste sea el arte ideal.  Aun cuando las esculturas de West que incorporan asientos le ofrecen a los miembros del público la oportunidad de sentarse y tomarse un descanso, el laberinto de Capote, con al añadido de la música, pretende estimular la meditación y el sentido de solidaridad global.  Ambos intentan promover la convivencia y funcionan en un espacio intestino que trasciende las fronteras del arte y la vida.

Una partida en forma y técnica dentro de la práctica de Capote, Isla (In memorium) 2007 es un díptico que nos presenta el mar y su horizonte bajo un cielo gris.  Esta imagen opaca está formada por materiales convencionales y raros a la vez, óleo combinado con anzuelos de pesca y clavos sobre madera.  El resultado es una imagen sencilla pero poderosa, expresionista, monocromática que recuerda las escapadas de Anselm Kiefer, y con un efecto similarmente opresivo y una base en la reflexión existencial.   Sin embargo, las pinturas Isla también proveen una forma de deseo profundo, una consciencia del aislamiento y la claustrofobia que se siente al vivir en una isla y del mar que la rodea y la divide.  Resume la base emocional para la emigración -la curiosidad respecto de y la necesidad del contacto con el mundo exterior allende del horizonte.  La población cubana, que ha sufrido el más largo y agudo aislamiento en la historia moderna, posee un conocimiento íntimo, común respecto de conflictivos deseos  tales como el dolor de la separación, la solidaridad de las circunstancias compartidas y la añoranza de una partida o un escape.  Una obra anterior, 1, 2, 3, Testing … 2000, se refiere a una añoranza similar por el contacto con el mundo exterior.  El artista en cooperación con la Galería DUPP, realizó para un proyecto específico en un sitio durante la 7ª Bienal de La Habana, ubicó esculturas en hierro fundido de micrófonos a lo largo del muro del malecón, algunos mirando hacia afuera, hacia el horizonte, otros hacia dentro, hacia La Habana.  La obra parecía formular la pregunta conocida “¿hay alguien ahí?.  Sin embargo, los micrófonos no brindaban la posibilidad de poder escuchar esto o cualquier otra pregunta dirigida hacia el exterior, o cualquier respuesta; al ser objetos no funcionales no podrán facilitar cualquier forma de comunicación.  La obra resume, con elocuencia, la falta de diálogo entre Cuba y el mundo y el profundo deseo de contacto.  En su obra, Capote camina a lo largo de una fina línea entre la reflección sobre el pasado y la proyección hacia el futuro, entre la observación de lo específico de su entorno local y la actitud de mirar hacia fuera que busca vincularse con la humanidad en general.  Aunque sus obras encapsulan la condición de vivir entre dos mundos, el complejo estado de doble consciencia que parece resumir la experiencia cubana, también se refieren a situaciones y estados que se aplican más universalmente a la experiencia humana.

Enero de 2009

Autorretrato (cada uno de nosotros), 2002-2008 / Concreto y bronce fundido / 175 x 50 x 50 cm
Autorretrato (cada uno de nosotros)
De 2002 hasta 2008
Concreto y bronce fundido: 250 kg en equilibrio
175 x 50 x 50 cm