Isla (after Géricault)

2015
Óleo, anzuelos y puntillas sobre lino y panel de plywood
203 x 312 x 16 cm

Instalación de varias pinturas alrededor de la galería, haciendo coincidir todos los horizontes a una misma altura, de manera que el espectador pueda percibir cada cuadro como una ventana en el espacio, enfatizando la experiencia de estar rodeado de agua. El espectador es la Isla

“El Mar es una obsesión para los habitantes de cualquier Isla.
Cuando era niño miraba al horizonte y me imaginaba el mundo más allá. El Mar representa la seducción de esos sueños, pero al mismo tiempo el peligro y el aislamiento.
La “Cortina de Hierro” un término de la Guerra Fría que leí por primera vez en clases de historia cuando era estudiante fue mi inspiración para esta serie de pinturas.
Quería que el espectador al acercarse a una de estas obras experimentara una superficie tangiblemente agresiva a partir del uso de miles de anzuelos. Un tipo de experiencia táctil que lo hiciera sentir frente a una barrera de metal. El Anzuelo en sí mismo es una herramienta ancestral que ha mantenido su diseño a través de los siglos, pero es también un símbolo de seducción y trampa.
Para los cubanos el Mar impone un límite político e ideológico que ha dividido familias, ideas y sentimientos por muchas generaciones. Es un muro entre el presente y el futuro que afecta la conciencia colectiva como una permanente fascinación”       Y. C.

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