Lagrimal
Fuente-bebedero realizada con cemento, bronce cromado, vino tinto y monedas. La obra es una pieza muy dramática, relacionada con el fenómeno de la prostitución. El artista realizó un molde de la cara de una prostituta en La Habana y luego creó un objeto público (un bebedero de acero inoxidable) ajustando el retrato de la prostituta al mecanismo objetual en una posición muy sensual. Durante la inauguración de la exposición el público podía beber vino tinto de la pieza, dando la sensación de que se producía un beso entre la obra y las diferentes personas. Pero el mecanismo de la pieza solo funciona si el espectador introduce una moneda dentro de un orificio y luego introduce su dedo en el objeto. La relación entre el espectador y la obra en este caso produce una suerte de metáfora acerca de la posesión, placer y tristeza pues la posición del rostro en la escultura remite a una situación erótica pero al mismo tiempo una posición de sacrificio.